Alimentación Saludable

Alimentación saludable

Hidratación saludable

El agua contenida en las bebidas y en los alimentos que ingerimos es necesaria para garantizar una hidratación adecuada en cualquier edad o circunstancia vital. Esto es clave para mantener un buen estado de salud.

Los requerimientos de agua varían según la edad, el sexo, las condiciones del ambiente, la actividad física, y las condiciones de salud. Es necesario mantener un equilibrio entre la incorporación de agua mediante la ingesta de bebidas, alimentos, el agua producida por el metabolismo, y las pérdidas por la sudoración, orina, materia fecal y a través de los pulmones.

El agua de los alimentos y bebidas proviene de todos los alimentos, si bien el mayor aporte se debe a la ingesta de frutas y verduras, y las preparaciones con gran contenido acuoso (sopas y caldos), además de las bebidas.

La mayor pérdida de agua del organismo se origina a nivel renal y se calcula que en condiciones normales es de 1.500 ml/persona/día. A través de los pulmones, se considera que la pérdida normal es de aproximadamente entre 300- 400 ml/ día, aunque este valor puede incrementarse con el ejercicio, el frío, la fiebre y la sudoración.

La sed es una señal fisiológica que alerta sobre la necesidad de recuperar agua mediante su ingesta.

Para lograr una adecuada hidratación se aconseja asegurar la ingesta de líquidos en cantidades suficientes en cada comida y entre estas; elegir de preferencia ingerir agua en lugar de otras bebidas; aumentar el consumo de frutas y verduras y no fiarse de la sed para saber en qué momento se debe beber.