Los rayos X se aplican para el estudio de huesos y tejidos blandos
Estos poseen una menor longitud de onda que la luz visible, si bien son similares a la luz.
Para la obtención de las imágenes, se ubica al paciente entre la máquina de rayos X y una película tratada especialmente. Los rayos originados en la máquina atraviesan el cuerpo con variación de la absorción por parte de las diferentes estructuras, lo que determina imágenes de sombras en varios grados de grises que se plasman en la película.
La densidad de los tejidos determina la cantidad absorbida de rayos X y la imagen que aparece en la película. A mayor densidad, mayor radioopacidad, a menor densidad, mayor radiolucidez.
Los huesos absorben la mayor cantidad de rayos y aparecen de color casi blanco en la película.
Las estructuras con aire no observen rayos y aparecen de color negro.
La grasa, los músculos y los líquidos aparecen con distintos grises.
El uso de medios de contraste puede mejorar las imágenes.
Densidad
Aire: se trata de lo más radiolúcido y se ve negro.